Traslada la preocupación del Equipo de Gobierno ante el “gran problema” que supone tirar al mar 14 hm3 agua depurada y utilizar para el riego de los cultivos agua desalada, mucho más cara
El concejal de Vivienda y Desarrollo Urbano, Miguel Ángel Castellón, ha trasladado hoy la “gran preocupación” que en el seno del Equipo de Gobierno produce la actual situación que padece el sector agrícola almeriense, en particular los agricultores de la capital, como consecuencia de la decisión de la Junta de Andalucía de impedir el uso de agua reutilizable en las labores de riego.
“Creemos que la mejor opción para paliar las necesidades de los regantes está en hacer uso de los 14 Hm3 de agua depurada que se vierte al mar y no en la utilización de agua desalada, mucho más cara”, ha recalcado Castellón, reconociendo que ante la situación creada al cortar la Junta el agua y que están padeciendo los regantes “el Ayuntamiento no puede permanecer ajeno”, ofreciendo la posibilidad de “disponer del agua procedente de la desaladora para el riego de los cultivos, aunque entendemos que no es la mejor de las soluciones puesto que son mayores sus costes, más del doble que el agua regenerada y afecta por ello a la rentabilidad del producto; tampoco es un agua óptima para el tipo de cultivo que aquí se desarrolla y su uso, además, está limitado a un tiempo máximo de dos años, además de no ser la mejor opción desde el punto de vista de la sostenibilidad medioambiental”.
Castellón, sin embargo, ha querido significar la “paradoja” que supondría este escenario como consecuencia de la decisión de la Junta de Andalucía de impedir el uso del agua depurada para el riego. “Estamos arrojando al mar 14 Hm3 de agua depurada que no se permite utilizar en las labores de cultivo. A la vez, se extrae agua del mar para desalar, en este caso para uso domiciliario, y ahora ofrecida también a los regantes para que puedan regar sus cultivos. Nos parece todo una barbaridad”, ha relatado.
Derivada de esa situación “3.000 hectáreas de cultivo están sin agua, impidiendo que los agricultores puedan iniciar una campaña que está hoy más que nunca en riesgo. Estamos muy preocupados por el enorme perjuicio que se está causando al futuro de la economía almeriense, en general. Particularmente, a su principal motor económico, y especialmente, al futuro de miles de almerienses que viven directa o indirectamente de la agricultura y que, hoy, no tiene garantías sobre uno de sus principales sustentos, como es el agua”.
Castellón ha explicado que “durante veinte años la Junta ha venido otorgando concesiones temporales para el uso de agua depurada del Bobar para el riego. El 4 de mayo ordenó el corte de agua depurada a los regantes”, una decisión que, según el edil, “impide hoy que puedan plantar sus cosechas, a quince días del inicio de la campaña, dejando sin sustento económico a miles de almerienses”, graves consecuencias a las que ha sumado “las pérdidas millonarias en ayudas europeas y la posibilidad de que miles de almerienses puedan perder su trabajo”, responsabilizó.
“Nos parece gravísimo que no haya un título concesional desde hace 20 años”, ha censurado Castellón, agravado ante el hecho de que “14 hectómetros cúbicos de agua depurada, al año, se estén tirando al mar, en una provincia que necesita el agua”, denunció.
Incompetente Junta
El edil popular ha reprobado además la actitud de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y del actual consejero de Agricultura, el almeriense Rodrigo Sánchez, “por no manifestarse al respecto”, manteniendo un silencio que contrasta con la “desesperación” de regantes y de un sector “perdido en la maraña administrativa de la Junta. Después de diez años aún no se han finalizado los expedientes de concesión de derechos de uso de aguas regeneradas. La Junta debe tomarse en serio una solución a este problema, siendo además la administración competente en esta materia”.